Otra forma de iluminar...las estancias
Como ya hemos comentado en múltiples ocasiones, la iluminación es un aspecto primordial en la decoración de una casa, normalmente y según la estancia en la que nos encontremos, veremos que podemos crear el ambiente que más nos convenga sólo con saber escoger las lámparas y los lugares estratégicos donde colocarlas.
De todas maneras, hoy en día se suelen buscar otras alternativas a las clásicas lámparas que seguramente nos aportarán a nuestro hogar un toque mucho más retro...más íntimo y personal. Sí, sí...lo habeís adivinado...me estoy refiriendo a echar mano de quinqués, velas, candiles, y otros artilugios que abundaban en las casas de nuestros abuelos y bisabuelos.
El recibidor de las casas es un lugar idóneo para colocar unos quinqués. Actualmente en muchas tiendas de iluminación encontramos réplicas de modelos antiguos convertidos en apliques, y la verdad es que quedan fabulosos colocados junto al espejo del mueble del recibidor, de esta forma inundamos de calidez la entrada a nuestro hogar con un aire muy vintage.
Este tipo de iluminación es ideal para los fans de una estética romántica, sobre todo si queremos conseguir unos salones y dormitorios de estilo shabby chic. Los modelos más adecuados para estas habitaciones son los acabados en blanco o en color dorado y plateado, pero siempre en su versión más desgastada...como rallados, mates y evidentemente los realizados en cristal del tipo opalina en todos los colores. En el salón podemos probar a colocarlos en nuestro rincón favorito, el lugar donde solemos relajarnos al final de una dura jornada de trabajo. En el dormitorio, quedan fabulosos colocados en las mesillas de noche, sustituyendo a las tradicionales lamparitas, su luz llenará de calidez nuestros sueños.
Este tipo de iluminación es ideal para los fans de una estética romántica, sobre todo si queremos conseguir unos salones y dormitorios de estilo shabby chic. Los modelos más adecuados para estas habitaciones son los acabados en blanco o en color dorado y plateado, pero siempre en su versión más desgastada...como rallados, mates y evidentemente los realizados en cristal del tipo opalina en todos los colores. En el salón podemos probar a colocarlos en nuestro rincón favorito, el lugar donde solemos relajarnos al final de una dura jornada de trabajo. En el dormitorio, quedan fabulosos colocados en las mesillas de noche, sustituyendo a las tradicionales lamparitas, su luz llenará de calidez nuestros sueños.
Las velas como bien sabemos es el recurso más fácil y económico para lograr ese ambiente exótico entre hindú y marroquí u oriental. Hoy en día disponemos de una amplia gama de colores, formas y olores que juntamente
con llamativos soportes, no pueden faltar alrededor de nuestras mesas,
baños, o jardínes.
Imágenes: Maisons du Monde, Marston & Langinger
Fuente : Decovida